/*Custom CSS*/ ?>
/*Barra Menú xs*/?> >El alimento, el agua y el aire son los tres componentes más esenciales necesarios para lograr un rendimiento y una salud óptimos de los cerdos. De estos tres componentes, el agua ha recibido poca atención de investigación a lo largo de los años. El agua a menudo se ha llamado el «nutriente olvidado» debido a su costo relativamente bajo, su amplia disponibilidad y su amplio suministro en la mayoría de los lugares.
Algunos granjeros en Minnesota han observado recientemente una mayor incidencia de cerdos rezagados, una alta prevalencia de diarrea y cerdos a los que les cuesta arrancar a consumir después del destete. Estos productores se preguntaron si el rendimiento subóptimo de los lechones de cría se debía a la mala calidad del agua que se les ofrecía.
Para evaluar la calidad del agua para el ganado se miden numerosas características del agua, como:
Lamentablemente, la literatura científica no es muy útil para delinear los estándares de calidad del agua para los cerdos.
No existe un conjunto de criterios ampliamente aceptado y probado que defina el agua «buena» y «mala» en relación con el rendimiento y la salud de los cerdos.
Parámetros de calidad del agua
Se han desarrollado parámetros de calidad del agua, principalmente basadas en estándares de calidad humana, para su uso en la producción ganadera, pero no se han probado exhaustivamente con el ganado. Algunas de las normas de calidad del agua para el ganado más citadas (Tabla 1) han sido publicadas por NRC (1974) y CCME (1987, 2005).
⇒ Las características de la calidad del agua que respaldan una mejor optimización del rendimiento y la salud de los cerdos varían en la literatura científica y muchos de estos estudios fueron realizados hace más de 30 años.
La mayoría de los investigadores se han enfocado en estudiar como los parámetros indicados a continuación afectan el rendimiento y la salud de los lechones.
Sin embargo, en un estudio posterior, los mismos investigadores SÍ observaron una reducción del aumento de peso diario y una menor eficiencia alimenticia de los cerdos destetados y alimentados con agua que contenía 4.390 ppm de TDS (McLeese et al. 1992).
Otros investigadores (Anderson et al., 1994) no reportaron ningún efecto de 8.000 ppm de TDS de sales de sodio sobre la tasa de crecimiento, la digestibilidad de la proteína de la dieta o el contenido de ED de las dietas, pero aumentaron la ingesta de agua de los cerdos en crecimiento y finalización en comparación con el agua del grifo (370 ppm de TDS ).
Un estudio posterior no reveló ningún efecto de 11.700 ppm de TDS de los sulfatos sobre la tasa de crecimiento de los cerdos o la ingesta de agua en comparación con el agua del grifo (450 ppm de TDS).
Otros estudios SÍ han reportado que una mayor concentración de sulfato en el agua aumenta la incidencia de diarrea en los lechones en paridera, pero a menudo no hubo efectos sobre el rendimiento del crecimiento de los cerdos (Anderson y Stothers, 1978; Paterson et al., 1979).
Informes anecdóticos de expertos de la industria sugieren que muchas y diferentes características del agua influyen en la salud de los cerdos. Sin embargo, estas características no se han evaluado en experimentos controlados, por lo que NO se podrían establecer relaciones claras de causa y efecto entre las características del agua y el rendimiento de los cerdos.
De este modo, dado que no existen estándares claros de calidad del agua establecidos para los cerdos, llevamos a cabo en Minnesota un proyecto de investigación centrado en la calidad del agua y sus efectos en el rendimiento y la salud de los cerdos.
Calidad del agua y sus efectos en el rendimiento y la salud de los cerdos
» Objetivo
Nuestro objetivo era identificar la amplia gama de calidades de agua que se suministra en las granjas de Minnesota y luego determinar si los extremos en la calidad del agua afectarían el rendimiento productivo y la salud de los lechones.
» Material y Métodos
Inicialmente, encuestamos a los productores de porcino vía online para conocer la variedad de calidades del agua que se les da a los lechones en las 48 granjas ubicadas en una amplia gama de regiones geográficas de Minnesota.
De estas granjas, seleccionamos 15 explotaciones para recolectar muestras de agua para su análisis.
Se recolectaron muestras de agua en la boca del pozo o lo más cerca posible de ella para comprender la verdadera calidad del agua que se suministra dentro de la nave antes de ser afectada por el sistema de distribución existente.
Nuestra intención era seleccionar agua «pobre» que excediera los estándares publicados que se muestran en la Tabla 1 y agua «buena» que estuviera muy por debajo de estos estándares. Sin embargo, con sólo unas pocas excepciones, las aguas muestreadas no excedieron los estándares publicados.
Entonces, el equipo de investigación seleccionó las dos «peores» (A y B) y la «mejor» (C) agua para un estudio de rendimiento de crecimiento en granja (Tabla 3). Las aguas seleccionadas representaban la gama de aguas que se suministraban a los cerdos en Minnesota y tenían características muy diferentes.
Evitar cambios en la calidad del agua
Para aislar los efectos de la calidad del agua de otros factores que influyen de manera típica en el rendimiento de las granjas comerciales, las tres aguas se llevaron con un camión cisterna de leche al Centro de Investigación y Alcance de West Central (WCROC, por sus siglas en inglés) en Morris, MN.
Se instaló un nuevo sistema de agua presurizada en las naves desde el WCROC para entregar simultáneamente cualquiera de las tres aguas separadas a los cerdos con tres cisternas de agua potable de 9.460 litros (Foto 1) en una plataforma debajo de una tela en la parte exterior de la nave y se conectaron a tres nuevas líneas de agua.
El sistema de suministro de agua se conectó a colectores en la nave que podían abastecer cualquiera de las tres aguas a cada juego de dos corrales (Foto 2).
Resultados
Durante el experimento de 40 días, no hubo diferencias en la ganancia media diaria (ADG, por sus siglas en inglés ) o el consumo medio diario de alimento (ADFI, por sus siglas en inglés) entre los cerdos asignados a las tres aguas (Figura 1).
Este resultado es digno de mención porque las aguas A y B se seleccionaron para representar la calidad «mala» y el agua C para representar la calidad «buena».
Teorizamos que las aguas A y/o B deprimirían el rendimiento del crecimiento y/o la salud de los cerdos en comparación con los cerdos que consumieron el agua C, pero las similitudes en la ganancia media diaria y el consumo medio diario de alimento de las tres aguas resultaron en reflejar que no se observaba ningún efecto de la calidad del agua sobre la eficiencia alimenticia de los cerdos.
El número de cerdos tratados con antibióticos y el número de inyecciones administradas durante el experimento no fueron diferentes entre las calidades de agua A, B y C, ni tampoco el número de cerdos que murieron durante el experimento (Figura 2).
Ninguna de las aguas estudiadas excedió los estándares descritos por NRC (1974) o CCME (1987, 2005) exceptuando los sulfatos en agua.
Aunque claramente las aguas eran representativas de las que se utilizan en condiciones comerciales porque se recolectaron de granjas comerciales, esperábamos efectos sobre el rendimiento y / o la salud de los cerdos debido a las características drásticamente diferentes del agua que estudiamos.
El agua «buena» y «mala» evaluada en este estudio no dio lugar a diferencias en el rendimiento del crecimiento de los cerdos o en el estado de su salud.
Estas observaciones demuestran que, en las condiciones de este experimento, los lechones se adaptaron a la amplia gama de características del agua de bebida.
De manera similar, los investigadores de la Universidad Estatal de Dakota del Sur reportaron que el rendimiento del crecimiento de los cerdos en los 42 días posteriores al destete no se vio afectado por el agua potable que osciló entre 370 y 950 ppm de TDS (Samuel et al., 2020).
Estos hallazgos recientes, combinados con informes de la literatura científica, sugieren que los cerdos pueden tolerar una amplia gama de características del agua. Sin embargo, puede haber características específicas o combinaciones de características que sean perjudiciales para el rendimiento y la salud de los cerdos.
El desafío central en este campo de investigación es identificar qué características a qué niveles pueden ser problemáticas entre las numerosas características que se pueden medir.