/*Custom CSS*/ ?>
/*Barra Menú xs*/?> >El sistema de producción wean – to – finish consiste en el traslado de los lechones recién destetados desde las naves de maternidad a unas instalaciones donde permanecerán hasta el sacrificio. No es un manejo muy extendido; sin embargo, sus ventajas hacen posible que, a medio plazo, pueda convivir con los sistemas convencionales de producción.
La mortalidad disminuye gracias a que los cerdos disponen de más espacio y más posibilidad para seleccionar su ambiente o lugar.
Históricamente, los sistemas convencionales de engorde de cerdos usaban al menos dos tipos de instalaciones, de transición y cebo-acabado, para facilitar el ajuste de los requerimientos en cada fase y optimizar el uso de las instalaciones. La separación de los lechones de la cerda una vez completada la lactancia es necesaria para adaptar la transición de la alimentación de las crías al tipo solido y para que la madre reinicie su ciclo reproductivo/productivo. No obstante, la cría, recría y engorde de instalaciones separadas son cada vez mas cuestionadas. Por ello, en los últimos años se ha desarrollado la idea de un único alojamiento, diseñado para acomodar los cerdos desde hasta el momento del sacrificio. Los lechones recién destetados serán trasladados una única vez, desde la nave de maternidad a las instalaciones wean – to – finish (WF), donde permanecerán hasta que alcancen el peso al sacrificio deseado. El sistema WF se está extendiendo cada vez más en países como EE.UU. Canadá y Australia.
Entre las ventajas de este manejo se encuentran:
Menor movimiento de los animales
En un sistema convencional, los cerdos destinados a sacrificio se trasladan dos veces a lo largo de su vida productiva (de las salas de maternidad a las naves de transición y de las naves de transición a las naves de engorde), con el estrés que implica el reagrupamiento y movimiento de los animales y el consiguiente riesgo de infección y diseminación de patologías. En el sistema WF hay un solo movimiento: de las salas de maternidad a las naves WF. La disminución del número de traslados de los animales evita la necesidad de restablecer las relaciones de grupo ya que, una vez instalado, se mantiene estable hasta el sacrificio.
Mejora el status sanitario de las explotaciones
Un único traslado y mezcla de los animales reduce en gran medida el riesgo de problemas sanitarios y favorece de forma estricta el manejo “todo dentro / todo fuera” en la explotación. (Fangman et al., 2000).
Reducción de personal
Este manejo implica la limpieza y mantenimiento de un solo tipo de instalaciones (naves WF) en lugar de las dos utilizadas convencionalmente (transición y cebo), con la consiguiente menor necesidad de mano de obra. Por otro lado, se simplifica en gran medida la coordinación tiempo de trabajo-mano de obra.
Mejora de productividad
Fangman et al. (2000) demostraron que el sistema WF adelanta la salida al matadero de los cerdos hasta en 12 días frente al manejo convencional. Otros trabajos han señalado que las ventajas productivas con el manejo WF se observan durante las primeras semanas, lo que coincide con la tradicional fase de transición, pero no después. De hecho, Dritz et al. (1999) encontraron que el sistema WF mejoro el crecimiento diario en un 14% únicamente desde el destete hasta los 73 días de vida y el mayor rendimiento magro al que dio lugar se mantuvo hasta el momento del sacrificio. Por otro lado, aunque de forma general el manejo WF obliga a retrasar los destetes tan tempranos propios de EE.UU. (de 12 a 21 días) si se pretenden mejores resultados en granja (Main et al., 2004), los nuevos avances en tecnologías o equipos, permiten incorporar a los lechones desde muy temprana edad a las instalaciones de WF, ya que se puede crear un ambiente apropiado para su correcto desarrollo.
Menor mortalidad
Se observa una reducción de hasta el 50% en la mortalidad respecto al sistema de producción convencional (Fangman et al., 2000) debido a la mayor disponibilidad de espacio por animal y mayor posibilidad para el cerdo de seleccionar su ambiente o lugar. Además, disminuye la agresividad entre los animales al evitar tanto la saturación de espacio al final de la transición como la necesidad de “resocialización” al comienzo del engorde.
Menor costo de las instalaciones
Varios análisis económicos recientes (Dhuyvetter et al., 2011 a,b,c) muestran que le manejo tradicional incrementa los costos de instalaciones y equipamiento en 135 u$/cabeza respecto al sistema WF, puesto que los costos totales de una nave posdestete y una de engorde con capacidad para 1200 cerdos ascienden a 186.000 u$ y 270.000 u$ respectivamente, frente a los u$294.000 de una nave WF para el mismo numero de cerdos.
Reducción en los costos de limpieza, desinfección y transporte
El hecho de disponer de un solo tipo de nave disminuye los costos derivados de los diversos transportes de animales, así como los gastos en limpieza.
El número de ciclos se reduce, ya que los animales permanecen en la misma nave desde el destete hasta el sacrificio.
El sistema también presenta algunos inconvenientes que se detallan a continuación:
Destreza en el manejo
Es necesario personal con habilidad en el manejo que implica la combinación de transición y engorde. Se trata de destreza en adecuar las condiciones ambientales a las necesidades de los animales en cada momento, especialmente ventilación y calefacción, así como concretar el cambio de alimentación entre fases. No obstante, hay que tener en cuenta que la necesidad de personal cualificado es igualmente extrapolable al manejo de la transición en un sistema convencional.
Posibles problemas sanitarios derivados del llenado de la nave
En caso de que hubiera que llevar a cabo varios destetes (de diferentes edades o granjas) para llenar la nave WF, cabe la posibilidad de que se produzcan enfermedades y problemas de bioseguridad. No obstante, se trata de un inconveniente que puede evitarse, en gran medida, con un manejo adecuado todo dentro/todo fuera. Por otra parte, el riesgo de incidencia de estos problemas no es evitable en los sistemas convencionales.
Menos ciclos anuales
El hecho de que los animales permanezcan en la misma nave desde el destete hasta el sacrificio hace que se reduzca el numero de ciclos productivos anuales hasta en 30%: con el sistema convencional se llevan a cabo actualmente 6-8 ciclos en transición y 2,7 – 2,8 ciclos en engorde, mientras que con el sistema WF se reducen a 2,1 – 2,2 ciclos totales, lo que podría indicar un descenso en la productividad; sin embargo, hay que tener en cuenta que el manejo WF engloba tanto cebos como también transiciones, que ocupan las instalaciones más costosas en los sistemas convencionales.
Desaprovechamiento de parte del espacio
Si el número de lechones que se introducen en las naves WF es igual al número de cerdos que saldrán terminados, se asume una ocupación del 100%. Sin embargo, durante las primeras semanas el menor tamaño de los animales recién destetados supone un exceso de espacio no utilizado puesto que el dimensionamiento de los departamentos se estima para el confort de los cerdos en la última fase del engorde. Una práctica que puede llevarse a cabo para optimizar el espacio es aumentar la densidad durante las primeras 8 o 10 semanas posdestete en la nave WF, lo que conlleva trasladar posteriormente a los cerdos extra a naves de engorde-terminación hasta el sacrificio. Esto puede llevarse a cabo en caso de tasas de crecimiento bajas, departamentos pequeños o temporadas de superproducción, alcanzando una sobreocupación del 120-150%, mientras que cuando se disponga de instalaciones independientes se puede llevar a cabo una “doble ocupación” (200%).
El sistema wean – to – finish adelanta la salida al matadero de los cerdos con respecto al manejo tradicional.
Conclusiones
Teniendo en cuenta los buenos resultados técnicos y económicos observados, parece que el manejo wean-to-finish es una alternativa eficaz para la producción porcina, que puede convivir con otros sistemas de producción, como ciclos cerrados especializados, producción en dos fases y producción en tres fases. No obstante, únicamente su correcta aplicación en cuanto a las condiciones de las instalaciones y los requerimientos de manejo (minimizando orígenes, con programas especializados de alimentación y con un diseño adecuado) dará resultados óptimos.
Como adaptar la nave al manejo Wean – to – Finish
La inmadurez fisiológica y debilidad de los lechones tras el destete y sus problemas de termorregulación hacen necesarias instalaciones más costosas para su cría, por las mayores exigencias de aislamiento, calefacción, ventilación y suelo. Actualmente existen en el mercado una serie de productos que permiten establecer instalaciones con un ambiente adecuado para el correcto desarrollo de los cerdos, desde el destete hasta alcanzar el peso del mercado, sin tener que pasar por el estrés de la movilización, y evitando costes de instalaciones intermedias entre salas de destete y naves de engorde. Entre estos productos cabe destacar:
1.-Cerramientos de los galpones con suficiente altura (al menos 0,9 m) como para alojar a cerdos de engorde.
2.-Suelos de plásticos específicos que propician el confort requerido por los lechones, al tiempo que son capaces de soportar el peso de los cerdos una vez alcancen pesos de mercado. Además, este tipo de suelo incorpora una superficie con resaltes que evitan que resbalen los cerdos adultos, tal como les ocurriría con las superficies de los suelos de destete.
3.-Comederos con diseños adecuados para la alimentación de lechones durante todo su crecimiento (desde destete a engorde), combinados con platos de iniciación, que suponen una buena opción para el correcto acceso de los cerdos al alimento (durante los primeros días posdestete).
4.-Bebederos regulables en altura para ajustarse al crecimiento de los animales, que dispongan de caudal suficiente, adecuado al aumento de las necesidades hídricas del animal con el crecimiento.
5.- Fuentes de calor (lámparas de gas o calefacción) para garantizar la temperatura adecuada de los lechones durante las primeras semanas posdestete. Existen productos que permiten cerrar las ranuras de los slats de hormigón, para proveer al lechón de áreas ciegas de mayor confort.
Aunque pueda no ser la solución idónea, la adaptación de instalaciones convencionales de engorde al manejo WF es factible. Esta adaptación requiere especial cuidado para no dar lugar a desequilibrios contraproducentes. Por lo tanto, empleando equipos adecuados que permitan la cría de cerdos en un solo recinto, se pueden reducir las perdidas ocasionales de la movilidad de los animales entre fases de crecimiento, tal como ocurre en los sistemas de crianza tradicionales.
Fuentes: Albeitar. M.A. Latorre, A. Barrios y M. Fondevila. Facultad de Vet. De Zaragoza. Rotecna S.A Agramunt, Lleida. Universoporcino.com