/*Custom CSS*/ ?>
/*Barra Menú xs*/?> >En el periodo 2005-2019 el sector porcino de capa blanca español ha reducido un 41,2% sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero derivadas de los sistemas de gestión de estiércoles del ganado porcino, según los datos del último Informe de Inventario Nacional Gases de Efecto Invernadero (marzo 2021).
INTERPORC destaca el esfuerzo realizado por las granjas de porcino españolas, que en el año 2005 emitían 1 kilotonelada de CO2 por cada 524 toneladas de carne producidas, mientras que en el año 2019 emitieron 1 kilotonelada de CO2 por cada 891toneladas de carne producidas.
Asimismo, por tipos de emisiones derivadas de la gestión de estiércoles, se reducen tanto las de metano -en un 37,5%- como las de óxido nitroso, en un 38,02%.
Es a partir del año 2005 cuando la reducción de las emisiones empieza a hacerse muy patente debida, en buena medida, al desarrollo de unas pautas de alimentación muy ajustadas por animal.
En los últimos años el sector ha sustituido progresivamente en la alimentación de los animales, ingredientes ricos en fibra y de baja digestibilidad por cereales, y ha aumentado la cantidad y calidad de proteínas, así como ha incorporado aminoácidos sintéticos y enzimas digestivas, lo que ha favorecido la digestibilidad en la dieta y reduce de forma considerable las emisiones GEI derivadas de las excreciones.
Año tras año, el sector porcino avanza en sus objetivos para alcanzar un impacto climático neutro de cara a 2050. Para lograrlo, no solo cumple con la normativa más exigente del mundo en el respeto al medio ambiente, que es la europea, sino que además trabaja minuciosamente para, entre otras cuestiones: reducir sus emisiones GEI, hacer un uso más eficiente del agua o disminuir el consumo de energía o la generación de plásticos no reutilizables, residuos o desperdicios.